Museo de la brujería de Segovia

En Segovia se encuentra el Antiguo Museo de Brujería, una colección de 300 piezas reuinidas por el Señor Alessandro, que nació a finales del siglo XIX. Aqui podemos encontrar plantas extrañas, objetos de tortura, piezas embrujadas y varias maquetas de seres fantásticos que supuestamente nunca existieron. Muchas de estas piezas son del siglo XVII.

El museo esta situado en un viejo caserón, construido sobre un antiguo asentamiento judío en el que había varios enterramientos. Eran infelices fugitivos de la persecución de los católicos tras la expulsión decretada por los Reyes Católicos en el siglo XV.

Nada más dar el primer paso dentro del museo el visitante descubre una cabeza perfectamente conservada que perteneció a un vampiro que fue eliminado tal y como dicta el manual con el que comparte vitrina. Esta no es la única cabeza que tiene el museo, la otra es la de la condesa Erzsebet Bathory, de Hungría, que asesinó a unas 650 jóvenes a las que desangró poco a poco (con una dama de hierro) para bañarse en su sangre en busca de la eterna juventud.

La cabeza del vampiro, el manual y una bala de plata.

Cabeza de Erzsebet Bathory.

En la sección de botánica encontramos varias plantas alucinógenas y otras que fueron empleadas para fabricar veneno. Una de ellas es el extramonio (antiguamente se le llamaba "hierba del diablo"), era muy usada por las brujas ya que creían que les otorgaba poderes relacionados con el maligno. Durante los aquelarres, las brujas untaban un ungüento preparado con el estramonio, en el palo de una escoba y se montaban encima de ella. El ungüento era absorbido por las mucosas vaginales provocando alucinaciones y la sensación de volar. Otro elemento que podemos encontrar en el museo es la mandrágora. Es muy común en el sur de España e Italia. Su raíz en polvo se utilizaba en determinadas pócimas. Su forma es antropomórfica. Se cree que si arrancas la mandrágora, esta grita y su chillido vuelve locas a las personas.

Botánica y pócimas del museo

Estramonio

Mandrágora

Una de las pociones que podemos encontrar en el museo, se utilizaba contra el reúma y contra las mordeduras de serpiente. Podemos ver una botella de alcohol donde se ahogó una víbora que liberó su veneno para poder curar a los seres humanos.

En las proximidades de nápoles en el mes de abril de 1935, un joven desapareció en el fondo de un barranco en circunstanscias misterios. La policía interrogó al único testigo que les contó como un pájaro grande y negro se llevó al joven. La policía no le hizo caso, pero al día siguiente apareció una cabaeza de un pájaro negro con un mechon de pelos en su boca que pertenecían al joven. Esa cabeza y el mechón de pelos se exiben en el museo.

También podemos encontrar varios animales fantásticos disecados como el basilisco.

Además hay varios objetos malditos expuestos

En el sótano se guardan algunos de los utensilios y herramientas de las que se valieron durante siglos la Inquisición para hacer confesar a las pobres gentes crímenes y pecados que no habían cometido.

La silla inquisidora, la guillotina y el potro de tortura son algunas de los inventos con los que se atemorizó a buena parte de los pobladores de aquella Europa. Una representación de una bruja a punto de ser quemada y un taller de una bruja cierran la extensa colección del museo.